¿Será que mi trabajo tiene sentido?
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Es difícil responder a esta pregunta y encontrar el sentido del trabajo cuando muchas personas nos educamos y crecimos creyendo que el trabajo es un deber impuesto, algo necesario para nuestra subsistencia y la de quienes dependen de nosotros. Algo que hay que afrontar como se pueda, incluso a pesar de nuestros propios intereses y anhelos.
Basta con observar un poco alrededor para ver el gran número de personas que, sin ninguna motivación laboral, caminan grises e inconformes hacia una rutina que cada vez pesa más. Una realidad que cargan cada día, literalmente la cargan porque incluso hasta encorvan su postura, sin cuestionarse pero sí quejándose.
El panorama parece desolador. ¿Será, entonces, que puede ser de otra forma? Te invito a que profundicemos más en esta reflexión. En este artículo hablaremos sobre la satisfacción laboral, cómo identificar cuando la hemos perdido y te compartiremos tres caminos que te ayudarán a encontrar nuevamente el sentido del trabajo.
¿Qué es la satisfacción laboral?
La satisfacción laboral es una pieza fundamental en la vida de cualquier profesional, ya que no solo influye en su productividad y eficiencia, sino también en el bienestar emocional y físico de la persona. Sentirse motivado en el ámbito laboral no solo potencia nuestra capacidad para enfrentar desafíos y alcanzar metas, sino que también nos brinda un sentido de propósito y pertenencia; nos ayuda a mantener una actitud positiva ante la vida. Este sentimiento de realización se traduce en una mayor dedicación, compromiso y pasión por lo que hacemos.
Sin embargo, es común que, con el tiempo, la rutina o la falta de nuevos desafíos nos hagan cuestionar nuestra motivación. Algunos signos de que hemos perdido esa chispa incluyen, entre otros, la falta de interés en las tareas diarias, el sentimiento persistente de insatisfacción o el deseo constante de cambio.
Para un momento y reflexiona acerca de si piensas en tu trabajo únicamente como:
- Un castigo, con malestar y cansancio.
- Un deber impuesto para subsistir.
- Una carga pesada.
- Piensas constantemente: “Es lo que me toca, no se cuestiona”.
- Una invitación a la queja.
- Una sensación de que la vida te vive a ti y tú no vives la vida.
Reconocer estos indicadores es esencial para tomar medidas y reencontrar el entusiasmo y propósito en nuestra vida laboral.
¿Qué puedo hacer si he perdido el sentido del trabajo?
Definitivamente nos estamos limitando a poder hacer algo más. ¿Qué puedo hacer con lo que me pasa? Con lo anterior no sugiero crear una vida alterna, ni vivir en el imaginario. De ninguna manera. Hay una realidad con la que convivimos y muchas veces nos condiciona, pero no nos determina, y es precisamente ahí donde encontramos nuestro propio poder.
Para encaminarnos de nuevo hacia el bienestar en el trabajo es necesario asumir una nueva actitud enfocada en la motivación y satisfacción laboral. Encontrar nuevos recursos para hacerle frente a la desmotivación, sin que mine nuestra dignidad, autoconcepto y autoestima. ¿Cómo lograrlo? Es en el cómo en donde podemos desplegar toda nuestra posibilidad de ser esa persona que queremos ser; este cómo implica nuestra actitud frente a lo que nos sucede.
Mi recomendación para iniciar este camino del sentido del trabajo es darle la vuelta a la adversidad, el obstáculo y las limitaciones. Si enfrentamos los problemas desde la queja, lo más probable es que nos cerremos a nuevas oportunidades prácticas y también existenciales. En cambio, hay otras respuestas con las cuales sentiremos mucha más satisfacción y quizá, por qué no, más orgullo. Podremos convertir estas aflicciones en un logro personal, que necesariamente repercutirá en un mayor bienestar en el trabajo, propio y de los demás.
Tres caminos hacia el sendero del sentido del trabajo y la satisfacción laboral
Para recuperar el sentido del trabajo, te tienes a ti. Prácticamente es lo único que se requiere, saber que te tienes.
Entiendo que pueda sonar muy complicado e incluso confuso, pero estos tres caminos inequívocos te ayudarán a ir por el sendero de la satisfacción laboral:
1. Lo que yo le doy al mundo
Con esto me refiero a lo que tú aportas con tu quehacer profesional e incluso no profesional; porque no necesariamente debes tener un empleo para trabajar, independientemente de que sea o no remunerado. El trabajo es lo que haces o realizas para algo o alguien; aquí podemos incluir a las amas de casa que trabajan duro y que cuando les preguntan dicen: “No trabajo, me dedico al hogar”, ¡como si fuera poca cosa!
Es por lo que no debemos confundir empleo con trabajo, el empleo incluye el trabajo, pero hay quien trabaja sin tener empleo y en ese trabajo se donan al mundo, a alguien más, a una causa. En esto que yo doy al mundo hay un sentido, el sentido del servicio.
2. Lo que yo recibo del mundo
Al trabajar recibes de la empresa, de tus jefes, de tus compañeros de trabajo o de un sector específico, un reconocimiento y construyes parte de tu identidad. Desarrollas un sentido de pertenencia a un núcleo social más allá del familiar, a una estructura temporal (qué haces con tu tiempo), y, si es un trabajo pagado, recibes a cambio una remuneración económica que te sirve para subsistir. Recibes, además, la oportunidad de ejercer lo que sabes hacer y sentirte útil, entre otras muchas cosas y satisfacciones..
3. Mi actitud y mi motivación laboral
Finalmente, y muy importante es que a pesar de lo difícil que sea tu trabajo y todo lo que implica, siempre puedes asumir una actitud positiva frente a lo que puedes y a lo que no puedes cambiar. Saber que en última instancia puedes cambiar tu visión para ser y estar mejor, te ayudará a darle la vuelta a tu motivación laboral. Ofreciendo y ofreciéndote a ti tu mejor versión. Es por ello que creo fervientemente que debemos aprender a vivir nuestro trabajo, incluyendo el empleo, con sentido.
El sentido del trabajo está en ti
Entonces, ¿Será que tiene sentido el trabajo?, por supuesto. Tendrá el sentido que tú le quieras dar, depende de ti, de tus respuestas y de los valores que quieras potenciar en él.
Cuéntanos, ¿con qué te quedas tras leer este artículo?
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